sábado, 15 de octubre de 2011

Siempre estoy hecho un lío

Me duelen sus ojos. Y no sé que hacer. Cierro los míos para hacerme invisible. Mi cabeza funciona como un radar y noto cuando está cerca. Y su perfume debe orientar la brújula tonta que maneja mi esqueleto. Pero no sé a qué diablos huele.

Alguna vez, acumularé demasiada adrenalina, toxinas, drogas y morfina. Se va a enterar...

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