lunes, 5 de diciembre de 2011

Absurda teoría de amor

Cada uno de nosotros posee un mecanismo interno que se activa mediante botón secreto. Puede ser un olor, un sonido, un gesto o cualquier estímulo externo. En la mayoría de las veces se trata de una combinación secreta de formas y colores. Después, una hormona traviesa se libera en nuestra sangre y emborracha nuestro sistema nervioso. Al principio, esta patología no se manifiesta por completo sino que se incuba en el inconsciente como un virus infeccioso y mortal, en silencio, esperando el momento adecuado. El destino nos obligará a adjudicar el inicio de este mecanismo a una persona. Pero será el azar quien determine cuándo, dónde y quién activará nuestro botón secreto.


Ejemplo:  Querido Diablo: Intenta mirar el escaparate





No hay comentarios:

Publicar un comentario