lunes, 30 de enero de 2012

Evacuación de emergencia. Con sabor a venganza pasiva.

Querido Diablo:

   Te prometo que no te contaré la verdad. Es lo único que puedo hacer para salvarte de mi engaño. A veces esas imágenes me turban la vista y me quitan la ilusión. Por eso hay que desahogarse. Es posible que con el tiempo la Semana Santa pase a ser una semana más, pero mientras tanto seguirá siendo "La Semana". Y en ella se acumulan los pecados, y se vuelven recuerdos para atormentarme por la tarde.

   También es posible que nadie entienda esto y es normal, no está escrito para ser leído. Nunca soy demasiado explicito cuando se trata de mí. Y te escondo dentro de mí para salvarte del Infierno. En el fondo no me quieres, nunca nos quisimos. Sólo somos unos interesados. Tú me perdonas los pecados y yo te guardo tu secreto. A mi me mantiene con vida, pero tú te estás apagando, necesitas este infierno. Infinito o indefinido. Después surgirás nuevo desde tus cenizas. O al menos es lo que sucede en las novelas que escribo desde mi cama.

   Sé que no es verdad, a mí no puedo mentirme. Me retuerzo. No me sirve mi risa. Y me alegro sólo por fuera. Pero seré fuerte, para eso me hicieron.                



No debisteis dejarme entre el Cielo y el Infierno.
Alberto.













"Vuelo de brujas" Goya.

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