martes, 5 de febrero de 2013

Máscara de brujo.

0 comentarios
Podía haber sido cualquier cosa, el olor de la vela que apagué segundos antes, el recuerdo del sirope de chocolate arrastrándose por mi lengua, el color de la luz de una segunda vela, el calor de su espalda, una respiración que mecía el colchón, la sensación de frío en los dedos de los pies, el propio sueño o que las cenizas de una máscara de brujo guineano hubiesen invertido mi hechizo en mi contra. No lo sé. Pero pasó.